Inicialmente, el Skoda Scala se ofrecerá con cuatro motores, tres de gasolina, y un diésel. A finales de 2019 se incorporarán uno de gas natural (GNC), y queda en el aire si incluso habrá una versión híbrida-enchufable. Todos los motores cuentan, como no podía ser menos, con turbo, pero también con sistema de parada y arranque automático del motor Stop/Start y sistema de recuperación de energía de la frenada. Habrá alternativas de cambio manual y cambio automático, el famoso DSG de doble embrague.
Con tres cilindros, los motores de gasolina del Skoda Scala arrancan con el 1.0 TSI de 95 CV, que estará disponible con cambio manual de cinco relaciones. También habrá un 1.0 TSI de 115 CV, disponible con cambio manual de seis relaciones o DSG de siete. Con cuatro cilindros, el motor más potente del Skoda Scala será el 1.5 TSI de 150 CV, también con manual de seis relaciones y DSG de siete.
El único motor diésel de Skoda Scala es el 1.6 TDI de 115 CV, disponible con cambio manual de seis relaciones y DSG de siete. Y, como os decíamos, también habrá un motor de gas natural para el Skoda Scala, que por supuesto también funcionará con gasolina, y que estará basado el 1.0 TSI. Este motor será el 1.0 G-TEC de gas natural y 90 CV llegará a finales de 2019 y que estará asociado a cambio manual de seis relaciones.
El Skoda Scala podría contar más adelante con una versión híbrida-enchufable, combinando el nuevo motor 1.5 TSI de 150 CV de potencia, con un motor eléctrico de 102 CV, para llegar a los 245 CV de potencia. Sus prestaciones no serían referencia en el mercado de los compactos deportivos, pero sí interesantes. De 0 a 100 km/h acelera en 7,1 segundos y su recuperación de 80 a 120 km/h es de 8,9 segundos. Esa es la mecánica que Skoda escogió para el prototipo Skoda Vision RS que anticipaba este modelo.